lunes, 29 de septiembre de 2014

Niño pies descalzos






Era un verano caluroso como de costumbre en el pueblo, por las orillas del río más allá del bosque donde los sueños juegan a esconderse, corre un niño persiguiendo mariposas con sus pies descalzos.

Lo veo jugar cuan inocente criatura que sin medir consecuencias solo lanza sus brazos en busca de su trofeo. Lo miro y me doy cuenta que ser niño es ser libre y es que se nos da la posibilidad de conocer, aprender y crecer de una forma que llegado el momento de ser adultos extrañamos.

La pureza de ese niño se mezcla con la belleza del paisaje, he aquí el paraíso, un lugar en donde los sueños se moldean hasta desgarrar el alma por el deseo de hacerse realidad. Estoy bajo un árbol leyendo algo que habla sobre los recelos y la desconfianza de la sociedad, y es que en estos días el mundo no se fía de nadie, ni de la sombra ni de la luz.

Es una pena que nadie aprecie al niño correr, tal vez debamos sacarnos los zapatos de vez en cuando y disfrutar de la vida, sin imponer fronteras ni pretextos para ser libres, pero estamos sumidos en ese sentimiento de querer ir lejos sin partir.

Niño pies descalzos, alma sin ataduras, mente sin corromper, corre libre al viento y escapa de la condena que nos impone esta sociedad, permanece incorruptible en tus ideales y no olvides que la felicidad puede estar en un par de pies descalzos.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Comencemos de nuevo








Comencemos de nuevo, Mira mis ojos, toma mi mano, 
Siente el calor de mi cuerpo al rozar el tuyo,
 Aunque dudes acepta mi amor, No te preocupes, nada malo pasará, 
Cierra los ojos, permanece quieta,  
Mis labios dirán todo sin decir nada.


Comencemos de nuevo, Siente mi aroma, escucha mi boca, 
No digo palabra que sea mentira, Aunque dudes esto es verdad, 
¿Por qué hago esto? Simple, 
Mis manos no quieren morir sin saber lo que es dominar tu cuerpo,
 Una vez más.